Ardor en las piernas de las personas mayores
Una sensación de dolor y ardor en la parte externa del muslo puede significar que uno de los grandes nervios sensoriales de las piernas -el nervio cutáneo femoral lateral (NFCL)- está comprimido. Esta afección se conoce como meralgia parestésica.
Los nervios del cuerpo llevan información al cerebro sobre el entorno (nervios sensoriales) y mensajes del cerebro para activar los músculos (nervios motores). Para ello, los nervios deben pasar por encima, por debajo, alrededor y a través de las articulaciones, los huesos y los músculos. Por lo general, hay suficiente espacio para facilitar el paso.
La ropa restrictiva y el aumento de peso son dos de las causas más comunes de la presión. Su médico puede preguntarle si lleva constantemente medias ajustadas o una faja, o si lleva un pesado cinturón de herramientas en el trabajo. Además, la meralgia parestésica puede ser el resultado de una lesión en el cinturón de seguridad durante una colisión automovilística.
El médico también comprobará si hay diferencias sensoriales entre la pierna afectada y la otra. Para comprobar el lugar del dolor ardiente, ejercerá cierta presión sobre el nervio para reproducir la sensación. Es posible que necesite un examen abdominal y pélvico para excluir cualquier problema en esas zonas.
Ardor en las piernas por la noche
Cuando se utiliza de forma tópica o se toma por vía oral, puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea en los pies para reducir la hinchazón, el enrojecimiento, el hormigueo y el dolor asociados al síndrome de los pies ardientes. (2) Además, también puede ayudar a curar cualquier infección subyacente de los pies que pueda estar causando los síntomas.
Al jengibre se le atribuyen efectos antiinflamatorios, antioxidantes y antimicóticos (5) que pueden resultar útiles para reducir la sensación de ardor en los pies. Ayuda a reducir la inflamación, reparar la piel y combatir las infecciones de los pies.
La calabaza está llena de agua y antioxidantes que ejercen un efecto refrescante y calmante sobre la piel irritada cuando se utiliza de forma tópica. Los antioxidantes ayudan a reducir la inflamación subyacente, mientras que el agua hidrata la piel.
Como ya hemos dicho, la falta de riego sanguíneo en los pies suele ser la causa de la sensación de ardor. Al masajear los pies, la estimulación tópica ayuda a aumentar la circulación sanguínea bajo la piel y, por tanto, alivia los síntomas inflamatorios asociados al síndrome de los pies ardientes.
Medicina homeopática para el ardor de pies
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Si tiene dolor, ardor, entumecimiento u hormigueo en los dedos de los pies o en la parte inferior de las piernas, es posible que padezca una afección denominada neuropatía periférica. Esta afección suele ser crónica y progresiva y puede estar causada por diversos problemas. La neuropatía periférica puede tratarse con una combinación de tratamientos caseros y medicamentos. Hacer algunos cambios en el estilo de vida también puede mejorar los síntomas causados por la neuropatía periférica.
Hay varias causas diferentes de dolor nervioso en los pies y los dedos de los pies. Algunas pueden ser evitables, y otras ocurren con muy poca causa. Independientemente de la causa, debe acudir a su médico si tiene algún síntoma de dolor, ardor o entumecimiento y hormigueo en las extremidades inferiores.
Remedios caseros para el dolor de nervios en las piernas
Una sensación de picor y ardor en las piernas puede ser indicativa de un problema venoso subyacente. Algunas afecciones de la piel o la diabetes pueden causar picor y ardor en las piernas. Sin embargo, la mayoría de los casos de pacientes que vemos en Alliance se deben a problemas circulatorios como la insuficiencia venosa crónica (IVC), las varices y/o las arañas vasculares.
El picor y la sensación de ardor en las piernas pueden ser síntomas de un problema venoso, como la IVC o las varices. Otros síntomas de estas afecciones venosas son la sensación de calor, el hormigueo, el entumecimiento, el “arrastre” y las punzadas. A veces, las venas pueden verse y sentirse en las piernas que pican y arden. Rascarse no alivia las molestias y el picor.
Los pacientes describen el picor y el ardor en las piernas como algo incómodo, que no se alivia al rascarse. También puede haber sensaciones de arrastre por las piernas, y algo de hormigueo y palpitaciones. En general, el picor y el ardor en las piernas son más bien una molestia, pero pueden volverse crónicos y debilitantes con el tiempo.
Cuando la circulación es deficiente y está comprometida, la sangre tiene dificultades para luchar contra la gravedad y se acumula en las piernas, lo que hace que el líquido se filtre en los tejidos blandos circundantes. El resultado es la inflamación y la irritación, que se manifiesta en forma de picor y ardor.